Aparcamos en una curva desde la que vemos el refugio cuando llevamos unos 10 Km recorridos, y tras subir por la pista unos metros andando ya, se ve un camino a la derecha con una marca verde y amarilla. Estas marcas son las que seguiremos.
Ascendemos por un bosque un corto tramo y llegamos a una zona mas vertical, con unos pasos entre las rocas en los que nos obliga a usar las manos, pero sin mayor dificultad.
Subimos por un canal de piedras. Esta zona es tristemente conocida por los aludes y las víctimas que ha dejado en invierno, ya que vemos que las piedras son realmente afiladas. Da miedo pensar en ello.
Llegamos al final del canal que parece que no acaba nunca y a continuación tenemos unas praderas de hierba que también nos irán engañando ya que parece que llegas a su fin y siguen apareciendo una tras otra.
Siguiendo las marcas, en ocasiones perfectamente señalizadas incluso con postes de madera, llegamos subiendo al momento en el que se nos aparecen las dos moles mas señaladas del valle : Collarada (2883m) y Collaradeta (2792m). Esta última recibe su nombre por el evidente parecido con su hermana mayor.
Llegamos a una zona que nos permite un pequeño descanso en un paisaje precioso. Si volvemos la vista se aprecia en primer plano la Espata y muy al fondo la Peña Oroel.
Rampas de acceso a la explanada |
Aqui el susto que nos dió este amigo |
Al llegar al collado luego se sube mas suavemente hasta la cima de Collaradeta.
Collaradeta a la derecha |
La vista es espectacular a pesar de que nuestro día era nublado y se nos metió la niebla encima rápidamente y decidimos bajar sin entretenernos demasiado.
Pedrera final |
Cumbre con niebla |
Impresionante ojo de Ip |
La vuelta la hicimos por el mismo lugar que habíamos venido.